El viaje de un centrocampista: La vida de Isidoro Martín Milla
ISIDORO MARTÍN MILLA centrocampista Real Madrid, el fútbol está lleno de historias que no siempre llegan a las portadas de los periódicos, pero que son igual de significativas para entender el mundo del deporte. Una de estas historias es la de Isidoro Martín Milla, un centrocampista que formó parte de las categorías inferiores del Real Madrid en la década de los 50, pero cuya carrera tomó caminos inesperados. Su paso por el fútbol profesional fue marcado por esfuerzo, dedicación y, en muchos casos, por la búsqueda incansable de su lugar en el deporte que amaba.
Primeros pasos en Linares y Madrid
Nacido en Linares (Jaén) en 1938, Isidoro Martín Milla creció en un entorno en el que el fútbol era mucho más que un simple juego. Desde pequeño, se sintió atraído por la pelota, pasando horas y horas en las canchas de su localidad. Su talento no pasó desapercibido, y pronto se incorporó al Colegio de Los Salesianos de Atocha, en Madrid, donde tuvo la oportunidad de desarrollar sus habilidades en un contexto más competitivo.
A lo largo de su adolescencia, su destreza con el balón creció rápidamente. En esos años, los scouts de los equipos más importantes del país no tardaron en fijarse en él. En 1955, con tan solo 17 años, dio el salto a la cantera del Real Madrid, una de las más prestigiosas del mundo. Este fue un paso crucial en su carrera, pues significaba la posibilidad de estar en un club que, en ese entonces, ya comenzaba a forjar la leyenda de su equipo principal.
El Real Madrid Juvenil: Un paso hacia el futuro
Isidoro Martín Milla formó parte del Real Madrid Juvenil durante dos temporadas consecutivas (1955-1957). Estos años marcaron un punto de inflexión en su carrera. Aunque en este nivel todavía no se disputaban competiciones internacionales, el nivel competitivo en la cantera era feroz, con muchos jóvenes luchando por obtener un lugar en el primer equipo.
En 1956, Isidoro tuvo la oportunidad de formar parte de un equipo de gran nivel, cuyo trabajo en conjunto les llevó a conquistar el campeonato en la categoría. En su puesto de centrocampista, destacó por su capacidad para distribuir el balón, su visión de juego y su resistencia. Martín era el tipo de jugador que sabía cuándo acelerar el juego y cuándo ralentizarlo, características muy valoradas por sus entrenadores y compañeros.
El Real Madrid Juvenil, en aquel entonces, también vivió un momento dorado en la historia del club, pues muchos de sus jugadores se encaminaban hacia un futuro prometedor, algunos de los cuales llegarían a ser leyendas del club. Isidoro Martín Milla, sin embargo, no fue uno de los elegidos para dar el salto al primer equipo, lo que marcó el principio de un nuevo capítulo en su carrera.
El camino por las ligas inferiores: De Lorca a Murcia
En 1958, tras su paso por el Real Madrid Juvenil, Isidoro Martín Milla hizo una transición a equipos de categorías inferiores, comenzando con el Lorca C.F. en 1958-1959. Este club competía en la Tercera División, lo que significaba un salto considerable en la competitividad y en el tipo de fútbol jugado. A pesar de la diferencia de nivel, Isidoro siguió demostrando su talento y su capacidad para adaptarse a cualquier equipo que lo necesitara.
Al año siguiente, en 1959, se unió al Imperial de Murcia, también en Tercera División. Aunque la competencia era dura, Martín nunca perdió la motivación y continuó perfeccionando su juego. De hecho, muchos de los compañeros de aquellos equipos recuerdan su capacidad para manejar el balón y su inteligencia táctica.
El paso por el Recreativo de Granada y el C.D. Veleño
En la temporada 1960-1961, Isidoro Martín firmó con el Recreativo de Granada, un equipo que militaba en la Tercera División. En este equipo, su rol como centrocampista se consolidó, pues era el encargado de controlar el ritmo del juego y de distribuir el balón a sus compañeros. A pesar de la solidez del Recreativo de Granada, el equipo no logró los resultados esperados, pero para Martín, la experiencia fue crucial para continuar evolucionando en su carrera.
Al año siguiente, se trasladó al C.D. Veleño, donde siguió demostrando que su nivel futbolístico no estaba limitado a la Tercera División. Aunque no tuvo un impacto inmediato, su capacidad para liderar el mediocampo y su enfoque disciplinado seguían siendo sus mayores virtudes.
El salto a la Segunda División: Melilla C.F.
El 1962 marcó el momento en que Isidoro Martín Milla consiguió el ascenso a la Segunda División al fichar por el Melilla C.F.. Este fue un paso trascendental en su carrera. Jugar en una liga superior, como la Segunda, representaba una oportunidad única para demostrar su calidad y tener una visibilidad mayor.
Durante las dos temporadas en las que jugó para el Melilla C.F., Isidoro consolidó su nombre como un centrocampista sólido, con una capacidad inquebrantable para el trabajo en equipo. Aunque el Melilla no alcanzó grandes logros, la experiencia fue fundamental para su madurez como jugador, pues compitió contra equipos de gran renombre y mostró su calidad a nivel profesional.
Últimos años en el fútbol: Fuengirola y Almería
A medida que pasaban los años, Isidoro Martín Milla fue recorriendo otros equipos menos conocidos, pero que le ofrecieron la posibilidad de seguir jugando al fútbol. En 1964-1965, jugó para el C.D. Fuengirola, donde continuó como centrocampista. Aunque ya en las etapas finales de su carrera, Martín seguía demostrando el mismo ímpetu que lo había caracterizado desde sus inicios.
En 1965-1966, firmó con el Almería, donde puso fin a su carrera futbolística. A lo largo de los años, Isidoro Martín dejó una huella en los clubes por los que pasó, aunque su nombre nunca alcanzó la fama que quizás merecía. Sin embargo, la dedicación y el esfuerzo con los que vivió su pasión por el fútbol siguen siendo un ejemplo para muchos.
El entrenador José Morales Berriguete «Moleiro»
A lo largo de su carrera, Isidoro Martín tuvo el privilegio de trabajar con varios entrenadores que influyeron en su estilo y rendimiento. Uno de los más importantes fue José Morales Berriguete, conocido como «Moleiro». Este entrenador dejó una marca profunda en la formación de Martín, pues le enseñó a entender el fútbol de una manera más estratégica, lo que ayudó a Isidoro a ser un centrocampista más completo y disciplinado.
El legado de Isidoro Martín Milla
ISIDORO MARTÍN MILLA centrocampista Real Madrid, a pesar de que la carrera de Isidoro Martín Milla no estuvo llena de grandes títulos ni de una fama desmesurada, su historia es un reflejo del esfuerzo y la pasión de muchos futbolistas que, aunque no llegaron a la élite, contribuyeron al crecimiento del deporte con su trabajo diario. Hoy, Isidoro sigue siendo una figura respetada entre aquellos que lo vieron jugar, y su legado permanece vivo en los corazones de los equipos que tuvieron el honor de contar con él.