SEBASTIAN MARTÍNEZ MÁRQUEZ – centrocampista Real Madrid, conocido como Sebas, nació el 9 de agosto de 1957 en Madrid. Desde una edad temprana, el fútbol se convirtió en su gran pasión, y sus habilidades naturales en el campo no tardaron en llamar la atención de los cazatalentos. Sebas se destacó rápidamente como un extremo izquierdo habilidoso, poseedor de un regate deslumbrante y una velocidad que dejaba a sus oponentes detrás.
Su andadura en el fútbol comenzó en el Castilla C.F. Infantil durante la temporada 1972-1973. En ese equipo, sus cualidades como extremo izquierdo empezaron a florecer. La siguiente temporada, Sebas fue promovido al Castilla C.F. Juvenil, donde continuó su desarrollo y perfeccionamiento en el arte del regate y la velocidad, convirtiéndose en una pieza fundamental del equipo juvenil.
En 1974, Sebas se encontró en una situación complicada. Fue declarado en rebeldía y, como resultado, no jugó para el Real Madrid durante las temporadas 1974-1975 y 1975-1976. Este periodo de inactividad forzada no apagó su pasión ni su talento. Aunque apartado del campo, Sebas continuó entrenando y manteniéndose en forma, esperando con ansias la oportunidad de volver a mostrar su habilidad en el terreno de juego.
La oportunidad llegó en la temporada 1976-1977, cuando se unió a la A.D. Urbis, compitiendo en la Primera Preferente Castellana. Esta etapa representó un renacimiento para Sebas. Su capacidad para desbordar por la banda izquierda y su velocidad electrizante volvieron a brillar, ganándose rápidamente el reconocimiento y respeto tanto de sus compañeros como de los aficionados.
Durante las temporadas 1977-1978 y 1978-1979, Sebas se vio obligado a pausar su carrera futbolística para cumplir con el servicio militar. Este periodo, aunque desafiante, no disminuyó su amor por el fútbol. Al concluir sus obligaciones militares, Sebas retomó su carrera con una energía renovada y un enfoque aún más determinado.
En la temporada 1979-1980, Sebas se unió al C.D. Unión Criptanense, participando en la Primera Regional Ordinaria Castellana. Su impacto fue inmediato, demostrando que su tiempo fuera del campo no había mermado su talento. Al año siguiente, su equipo ascendió a la Primera Preferente Castellana, donde Sebas continuó impresionando con su habilidad para crear oportunidades de gol y su destreza en el uno contra uno.
La temporada 1980-1981 marcó un cambio significativo en su carrera cuando se trasladó al C.D. Numancia, que competía en la Tercera División. Durante dos temporadas, Sebas jugó un papel crucial en el equipo, utilizando su velocidad y regate para desequilibrar las defensas adversarias. Su tiempo en el Numancia le permitió consolidarse como uno de los extremos izquierdos más peligrosos de la liga.
En 1982, Sebas se unió al C.D. Pegaso, donde jugaría hasta la temporada 1986-1987. Durante este largo periodo, se convirtió en una figura icónica del club. Su constancia y rendimiento en el campo le ganaron la admiración de los aficionados y el respeto de sus rivales. Sebas no solo aportaba goles y asistencias, sino que también inspiraba a sus compañeros con su incansable espíritu y dedicación al juego.
El siguiente paso en su carrera lo llevó al Getafe C.F., donde jugó en la Segunda División B desde 1987 hasta 1991. En Getafe, Sebas continuó demostrando su valía, contribuyendo significativamente al equipo con su experiencia y habilidad. A pesar de la competencia y las exigencias de la liga, su desempeño siguió siendo excepcional, reafirmando su reputación como uno de los mejores extremos izquierdos de su generación.
A lo largo de su carrera, Sebas fue más que un simple jugador; fue un ejemplo de perseverancia y pasión. Su habilidad para superar desafíos, como su periodo de inactividad en el Real Madrid y el servicio militar, y regresar siempre con la misma energía y entusiasmo, es testimonio de su carácter y amor por el fútbol. Sebas no solo poseía una técnica y velocidad envidiables, sino que también tenía una mentalidad que le permitía enfrentar y superar cualquier obstáculo.
Su legado como canterano del Real Madrid y su contribución a cada uno de los equipos en los que jugó es imborrable. Jugadores como Sebas son recordados no solo por sus logros en el campo, sino también por su capacidad para inspirar a otros con su dedicación y amor por el juego. Aunque su tiempo en el Real Madrid fue breve y marcado por dificultades, su carrera posterior demostró que su talento y determinación eran insuperables.
Sebas es un ejemplo perfecto de cómo el talento, cuando se combina con la perseverancia y la pasión, puede llevar a una carrera llena de logros y reconocimiento. Su historia es un recordatorio de que, en el fútbol y en la vida, los desafíos están destinados a ser superados y que la verdadera medida del éxito es cómo uno se levanta después de cada caída. La carrera de Sebas, con sus altos y bajos, es una celebración de la resiliencia y la habilidad, y su legado continuará inspirando a futuras generaciones de futbolistas.
1972-1973 Castilla Infantil
De pie, RECIO , ?????, ALONSO, Gª CORTÉS (Rafael García Cortés), ?????, BARAJAS, MUÑOZ (José Muñoz), Sr. José López Gutiérrez (entrenador)
Agachados, NOMBELA, ARROYO (Juan José Arroyo González), JAVI, JOAQUÍN (Joaquín Pérez Fernández), JAIRO, SEBAS (Sebastián Martínez Márquez).