La Evolución de la Cantera del Real Madrid Juvenil (1970-1980)
Introducción
La década de 1970 fue un periodo clave en la consolidación de la estructura de la cantera del Real Madrid. Durante estos años, el club estableció un modelo de formación que sirvió de referencia en el fútbol español. Bajo la dirección de entrenadores experimentados y la supervisión de Luis Molowny Arbelo, quien asumió la coordinación de las categorías inferiores, se crearon diferentes equipos juveniles que alimentaron al Castilla C.F. y, en última instancia, al primer equipo.
El Real Madrid Juvenil se dividió en varias categorías, con el Juvenil A como el equipo de mayor proyección. Otros conjuntos, como el Juvenil B y el Juvenil C, servían de escalón intermedio en el desarrollo de los futbolistas. Además, clubes como Chamartín C.F., Magerit C.F. y C.D. San Benito formaban parte de la estructura formativa, funcionando como equipos afiliados que permitían ampliar la base de jugadores en formación.
Esta historia documenta la evolución de la cantera del Real Madrid Juvenil desde 1970 hasta 1980, abordando los cambios en la dirección técnica, la expansión de los equipos y la influencia de la metodología de entrenamiento en el crecimiento de los jóvenes talentos.
El Desarrollo de la Cantera Año a Año (1970-1980)
1970-1971: Consolidación de la estructura juvenil
El comienzo de la década trajo consigo una mejora en la organización de las categorías inferiores del Real Madrid. El Juvenil A, dirigido por José Antonio Naya Mella, se convirtió en el equipo insignia dentro de la cantera. Paralelamente, el Juvenil B, con Jozsef Tóth al frente, sirvió como un equipo de desarrollo para los jugadores que aspiraban a ascender dentro del club. Juan Santisteban Troyano dirigió el Juvenil C, aportando su conocimiento para potenciar a los futbolistas más jóvenes.
En esta temporada, el club reforzó la importancia de equipos afiliados como el Chamartín C.F., con Francisco Lacuesta Salazar como entrenador, y el C.D. Guad-el-Jelú, liderado por Santiago Zubieta Redondo. Estos equipos proporcionaban una base de jugadores en crecimiento que podían incorporarse al sistema formativo del Real Madrid.
1971-1972: La llegada de Luis Molowny Arbelo
El año 1971 marcó un cambio significativo con la llegada de Luis Molowny Arbelo como coordinador de las categorías inferiores. Su llegada permitió una mayor unificación de los criterios de formación, estableciendo un plan de trabajo alineado con las necesidades del primer equipo.
El Juvenil A pasó a ser dirigido por Antonio Ruiz Cervilla, mientras que Eduardo Vílchez López tomó las riendas del Juvenil B. Por su parte, Francisco Gento López asumió el control del Juvenil C, acompañado de Juan Antonio Fernández Seguí como ayudante. Estos entrenadores contribuyeron a la mejora del nivel técnico y táctico de los futbolistas en formación.
El Chamartín C.F., con Francisco Lacuesta Salazar al mando, continuó su labor dentro de la estructura de cantera, mientras que el Magerit C.F., dirigido por Jesús Molina, reforzó su presencia como club asociado.
1972-1973: Ampliación del sistema formativo
Bajo la coordinación de Luis Molowny Arbelo, se expandió la estructura formativa del club. Se establecieron nuevos equipos juveniles con el objetivo de dar cabida a más jugadores. Manuel Sanchís Martínez asumió la dirección del Juvenil A, mientras que Francisco Gento López continuó en el Juvenil B. Juan Antonio Fernández Seguí fue nombrado entrenador del Juvenil C, mientras que Teodoro Nieto López tomó las riendas del Castilla Juvenil.
El club también reforzó su red de entrenadores y delegados, incluyendo figuras como Juan Calvo Peregrina, José López Gutiérrez y otros responsables de equipos infantiles y juveniles.
1973-1974: Estructuración de la cantera
Este año marcó una reestructuración en la cantera, con la incorporación de más equipos en el sistema juvenil. Manuel Sanchís Martínez siguió al frente del Juvenil A, mientras que Francisco Gento López se mantuvo en el Juvenil B. En el Juvenil C, Enrique Pérez Díaz «Pachín» dirigió hasta abril, siendo reemplazado por Salvador Lupión Trueba.
Se fortaleció la presencia del Castilla Juvenil, liderado por Salvador Lupión Trueba, y se incrementó la importancia del Magerit C.F., que pasó a ser dirigido por Eduardo Vílchez López.
1975-1976: Crecimiento de la cantera y nuevas incorporaciones
Durante la temporada 1975-76, la cantera del Real Madrid experimentó un notable crecimiento con la incorporación de más equipos en su estructura juvenil. Salvador Lupión Trueba tomó el mando del Juvenil A, mientras que Luis Hernández Alonso se encargó del Juvenil B. En el Juvenil C, Felipe Gayoso Calatayud lideró los entrenamientos, asegurando la progresión de los jugadores más jóvenes.
A nivel organizativo, el Chamartín C.F. se fusionó con la A.D. E.M.T., dando lugar al A.D. Chamartín-E.M.T., mientras que el C.D. San Benito se integró con el Independiente, formando el C.D. San Benito-Independiente. Estos cambios marcaron una reestructuración en la cantera, dejando de ser filiales del club pero manteniendo su relevancia en el desarrollo de futbolistas.
1976-1977: Una cantera en expansión
El año 1976 trajo consigo la consolidación del Real Madrid Juvenil como una de las mejores estructuras formativas en España. Amancio Amaro Varela asumió el liderazgo del Juvenil A, asistido por Ramón Moreno Grosso, mientras que Rafael Guillén Cuesta dirigió el Juvenil B. El Juvenil C quedó a cargo de Juan Gea Álvarez.
Uno de los cambios más importantes de esta temporada fue la transformación del Magerit C.F. en el equipo juvenil B del Real Madrid, absorbiendo a jugadores que no encontraban espacio en el Juvenil A. Esto permitió una mayor rotación de futbolistas y facilitó su desarrollo dentro de la estructura del club.
1977-1978: Relevo en la coordinación de la cantera
A comienzos de la temporada 1977-78, Luis Molowny Arbelo dejó su cargo como coordinador de las categorías inferiores, siendo reemplazado por Ramón Moreno Grosso. Este cambio trajo consigo ajustes en la dirección técnica de los equipos juveniles. Rafael Guillén Cuesta se convirtió en el nuevo entrenador del Juvenil A tras la salida de Ramón Moreno Grosso, quien se centró en sus nuevas responsabilidades. Juan Gea Álvarez continuó con el Juvenil B, mientras que Francisco Jiménez Martín tomó las riendas del Juvenil C.
El Castilla C.F. también experimentó cambios en su dirección técnica, con José Luis San Martín Rey a cargo del Castilla Juvenil A, mientras que Antonio Pallarés Huerta y Francisco Alonso Fernández lideraron el Castilla Juvenil B.
1978-1979: Crecimiento y mayor profesionalización
En la temporada 1978-79, la cantera madridista alcanzó un alto nivel de competitividad y profesionalización. Rafael Guillén Cuesta siguió en el Juvenil A, con la asistencia de Ernesto Arín Cerezo. José Luis San Martín Rey se hizo cargo del Juvenil B, mientras que Tomás Ramírez Robledo asumió la dirección del Juvenil C.
En esta temporada, el Magerit C.F. dejó de ser un filial oficial del Real Madrid, lo que llevó a una reestructuración en la asignación de jugadores en los equipos juveniles. Paralelamente, el Castilla C.F. fortaleció su plantilla con jóvenes talentos procedentes del sistema formativo del club, consolidando su papel como principal escalón previo al primer equipo.
1979-1980: Consolidación del modelo formativo
El cierre de la década vio la consolidación definitiva del sistema de cantera del Real Madrid. Juan José García Santos «Juanjo» dirigió el Juvenil A hasta septiembre de 1979, momento en el que fue reemplazado por Ramón Moreno Grosso. José Luis San Martín Rey siguió en el Juvenil B, mientras que Fernando Cuesta Garabato se hizo cargo del Juvenil C.
El Castilla Juvenil A fue dirigido por Juan Gea Álvarez, mientras que el Castilla Juvenil B contó con Francisco Alonso Fernández al frente. En la recién creada Castilla Juvenil C, el entrenador José Antonio Grande Cereijo asumió la responsabilidad de guiar a los futbolistas más jóvenes en su transición a niveles más altos de competición.
Con una cantera sólida y bien estructurada, el Real Madrid cerró la década con un modelo formativo altamente exitoso, asegurando el desarrollo de jugadores que más adelante alimentarían tanto al primer equipo como a diversos clubes de Primera y Segunda División.
Conclusión
La evolución de la cantera del Real Madrid en la década de 1970 consolidó un modelo formativo que sentó las bases para el éxito del club en los años siguientes. La supervisión de entrenadores como Luis Molowny Arbelo, Manuel Sanchís Martínez, Francisco Gento López, Juan Antonio Fernández Seguí y Jesús Paredes Alonso permitió la creación de un sistema bien estructurado que facilitó la transición de los jugadores hacia el fútbol profesional.
Durante estos años, la cantera madridista produjo numerosos talentos que no solo reforzaron el primer equipo, sino que también encontraron oportunidades en equipos de Primera y Segunda División. La inversión en formación y el enfoque en el desarrollo de futbolistas con un alto nivel técnico y táctico consolidaron al Real Madrid como un referente en el fútbol juvenil.
Este modelo de cantera sigue vigente en la actualidad, con el club manteniendo su apuesta por el talento joven y asegurando que cada generación de jugadores esté preparada para enfrentar los desafíos del fútbol profesional.