Valera: El Camino de un Defensa en el Real Madrid Juvenil B
Primeros Pasos hacia el Sueño
VALERA – defensa Real Madrid, nacido en 1933, ingresó al Real Madrid Juvenil B en la temporada 1950-1951. Desde joven mostró una determinación excepcional y una habilidad única para leer el juego desde la defensa. Su trayectoria comenzó en los campos de su barrio, donde destacaba por su agilidad y firmeza al cortar las jugadas del equipo contrario. Fue este talento natural el que llamó la atención de los ojeadores del Real Madrid, quienes le ofrecieron la oportunidad de unirse a la cantera, un sueño que se hacía realidad.
El equipo Juvenil B contaba con la dirección de Carlos Sorasu como entrenador principal y Juan José Montoya como segundo entrenador. Ambos veían en Valera a un joven con potencial para fortalecer la defensa. Manuel Miguel, delegado del equipo, apoyaba a cada jugador en sus necesidades, y bajo esta estructura Valera no solo creció como futbolista, sino que comenzó a desarrollar una disciplina y compromiso esenciales para su posición.
Temporada 1950-1951: La Defensa en el Juvenil B
La temporada de 1950-1951 fue crucial para el desarrollo de Valera en el Real Madrid Juvenil B. El equipo se componía de un grupo de jugadores talentosos, entre ellos Segovia, Molina, Arbó, Serrano, Ramos, Blanes, Monasterio II, Pareja, Villasón, Hernández Perrín, Martín, Arévalo, Collado y el infatigable MATA (Ángel Mata Zofio). Junto a ellos, Valera aprendió lo que significa el trabajo en equipo y la importancia de la comunicación en el campo.
Desde el primer día de entrenamiento, Valera se mostró decidido a destacarse. Bajo la guía de Sorasu y con el apoyo constante de Montoya, perfeccionó su habilidad para anticipar los movimientos del oponente y desarrollar una defensa sólida. Sorasu valoraba la disciplina y la inteligencia en el campo, y encontró en Valera a un jugador dispuesto a asumir su rol con seriedad.
Adaptación y Evolución en el Real Madrid Juvenil B
Con cada partido, Valera ganaba confianza y se convertía en una pieza fundamental en la defensa del Juvenil B. La conexión con sus compañeros de equipo, especialmente con otros defensores como MATA y Monasterio II, fue clave para formar una línea defensiva fuerte y cohesionada. A pesar de su juventud, Valera comprendía la importancia de actuar con responsabilidad en su posición, cuidando cada detalle en su juego y desarrollando su capacidad de liderazgo en el campo.
La presencia de Manuel Miguel como delegado fue vital para el equipo, ya que aportaba estabilidad y apoyo en cada partido. Miguel no solo gestionaba las cuestiones administrativas, sino que también se aseguraba de que cada jugador recibiera el respaldo que necesitaba para rendir al máximo. Valera sentía que su presencia en el Juvenil B no solo le enseñaba habilidades futbolísticas, sino también la importancia de la disciplina y el compromiso.
Construyendo un Futuro como Defensa
La temporada en el Juvenil B permitió a Valera desarrollar una identidad propia como defensa. Sus habilidades para anticiparse a las jugadas y su inteligencia táctica lo convirtieron en un jugador confiable. Valera, a diferencia de otros, prefería observar y analizar el juego en lugar de lanzarse impulsivamente al ataque. Esto le permitía leer las intenciones de los delanteros rivales y actuar con precisión para cortar sus avances.
El entrenamiento constante y el apoyo de Sorasu y Montoya le permitieron adaptarse a las exigencias del equipo. Valera comprendió que su rol no era solo defender, sino también coordinar con el medio campo y garantizar la seguridad del equipo. En cada encuentro, el equipo se apoyaba en su destreza para controlar el juego desde el fondo, dando una base sólida que permitía a los mediocampistas y delanteros desarrollar su ofensiva con mayor libertad.
Perspectivas de Valera en la Cantera del Real Madrid
Al finalizar la temporada, Valera no solo había ganado experiencia, sino también el respeto y la confianza de sus compañeros y entrenadores. Aunque no contamos con más información sobre su carrera posterior, es evidente que su paso por el Real Madrid Juvenil B fue una etapa decisiva. Esta experiencia no solo formó su habilidad en el campo, sino que también consolidó su mentalidad y disciplina, dos características esenciales para cualquier jugador que aspirase a llegar al primer equipo.
VALERA – defensa Real Madrid, se despidió de la temporada 1950-1951 con una mayor comprensión de su rol en el fútbol. A lo largo de esos meses, había aprendido la importancia del trabajo en equipo, el esfuerzo diario y la capacidad de adaptarse a cada desafío. En este punto de su vida, su futuro en el fútbol estaba lleno de posibilidades, y el camino que había recorrido en la cantera del Real Madrid era solo el comienzo de una historia marcada por la pasión y el compromiso.
1950-1951 Real Madrid Juvenil B
Arriba, Sr. Carlos Sorasu (entrenador),, Sr. Heliodoro Ruiz Arias (jefe de la sección), Sr. Manuel Miguel (delegado)
1950-1951 Real Madrid Juvenil B
Arriba, Sr. Manuel Pardiña (delegado), LÓPEZ, SEGOVIA, MOLINA, ARBÓ, Sr. Heliodoro Ruiz Arias (jefe de la sección), SERRANO, RAMOS, BLANES, VALERA, MONASTERIO II, Sr. Carlos Sorasu (entrenador)
Abajo, PAREJA, VILLASÓN, HERNÁNDEZ PERRÍN, MARTÍN, ARÉVALO