Joaquín Morante Miranda: Un centrocampista en la cantera blanca
Real Madrid Juvenil B 1963-1964: Primeros pasos bajo Enrique Martín Landa
JOAQUÍN MORANTE MIRANDA centrocampista Real Madrid, nació en 1946. Su andadura en la cantera blanca comenzó en la temporada 1963-1964 con el Real Madrid Juvenil B, dirigido por Enrique Martín Landa. En esa época, la cantera del club ya era reconocida por su exigencia y su capacidad para formar futbolistas completos, no solo en lo deportivo, sino también en lo personal.
El Juvenil B competía en el grupo 4 de la liga madrileña, enfrentándose a clubes con tradición y a otros filiales del Real Madrid. Los entrenamientos en la Ciudad Deportiva del Paseo de la Castellana, inaugurada en 1963, ofrecían instalaciones de primer nivel para la época. Morante, como centrocampista, aprendió a organizar el juego, a distribuir el balón y a trabajar en equipo, siguiendo la metodología común de la cantera: técnica, táctica, físico y disciplina.
El club apostaba por la formación integral, incluyendo educación formal y apoyo psicológico, además de la estricta disciplina que reflejaba los valores del Real Madrid. Morante absorbió estos principios, destacando por su visión de juego y su capacidad para asociarse con compañeros en el centro del campo.
Real Madrid Amateur 1964-1965: Campeón bajo Jesús Güemes Mata
En la temporada 1964-1965, Morante ascendió al Real Madrid Amateur, dirigido por Jesús Güemes Mata. El equipo se proclamó campeón, reflejando el éxito del modelo formativo blanco. Morante compartió vestuario con jóvenes que aspiraban a llegar al primer equipo y con otros que forjarían carreras en clubes de toda España. El Amateur servía como puente entre la cantera y el fútbol profesional, compitiendo en torneos exigentes como el Campeonato de Castilla de Aficionados.
La plantilla entrenaba bajo la supervisión de técnicos que combinaban experiencia y pedagogía. Morante aprendió a gestionar la presión de partidos decisivos y a mantener la concentración durante toda la temporada. Los valores de trabajo en equipo, humildad y competitividad eran la base de cada sesión. El club promovía la rotación de jugadores, permitiendo a todos sumar minutos y experiencia en diferentes posiciones.
C.D. Leganés y C.D. Barajas: Fogueo en Tercera y Regional
Durante la misma temporada 1964-1965, Morante fue cedido al C.D. Leganés en Tercera División, donde se enfrentó a rivales veteranos y a la exigencia física de la categoría. En las campañas 1965-1967, jugó en el C.D. Barajas (1ª Regional Castellana), consolidándose como centrocampista titular. Estas experiencias permitieron a Morante adaptarse a diferentes estilos de juego y a la presión de los campos modestos de la Comunidad de Madrid.
La política de cesiones del club tenía como objetivo que los jóvenes se curtieran fuera del entorno protector de la Ciudad Deportiva, enfrentándose a la realidad del fútbol competitivo. Morante aprovechó cada oportunidad para crecer, aprendiendo a liderar desde el centro del campo y a adaptarse a las exigencias de entrenadores y compañeros de distintas procedencias.
Real Madrid Amateur A 1967-1968: Copa Ramón Triana y última etapa blanca
En la temporada 1967-1968, Morante regresó al Real Madrid Amateur «A», dirigido por José Emilio Santamaría. El equipo compitió en la Copa Ramón Triana, torneo que reunía a los mejores equipos aficionados de la región. Morante, ya con experiencia en categorías superiores, aportó liderazgo y temple en el mediocampo.
La plantilla incluía a jugadores como Juan Ignacio Aguirre Vidaurrázaga, Esteban Iparraguirre Erro, Manuel Ojeda Lore, José Ignacio Madariaga Tejedor, Francisco Espíldora Muñoz, Javier Ciaurriz Ciaurriz, Ángel Lanchas Rico, Victoriano Mena Luque, Emilio Arnedo Tornero, Joaquín Morante Miranda, Joaquín Morante Miranda y José Ramón Sanz Domeño. El ambiente era competitivo y de compañerismo, con exigencia diaria y aprendizaje constante.
Morante se consolidó como pieza clave en la medular, aportando equilibrio, visión y capacidad de sacrificio. La metodología blanca seguía vigente: entrenamientos enfocados en la mejora técnica, la táctica avanzada y la preparación física. El club valoraba tanto el rendimiento como la actitud y el compromiso de sus futbolistas.
C.D. Pegaso: Últimos años en Tercera División
En la temporada 1968-1969, Morante jugó en el C.D. Pegaso (Tercera División), un club madrileño conocido por su rigor y su apuesta por el talento joven. Allí, Morante aportó experiencia y calidad en el centro del campo, ayudando al equipo a mantenerse competitivo en una liga exigente.
El contexto de la cantera blanca en los años 60
Durante los años 60, la cantera del Real Madrid vivió una expansión significativa. El club no solo formó más jugadores, sino que también mejoró sus métodos de entrenamiento, introduciendo una metodología común para todas las categorías. Se prestaba atención a la especialización de posiciones, el desarrollo táctico y la formación integral, abarcando aspectos técnicos, físicos y psicológicos. Los entrenadores, muchos de ellos exjugadores, transmitían valores y conocimientos, asegurando la continuidad del modelo blanco.
La Ciudad Deportiva del Paseo de la Castellana, inaugurada en 1963, centralizó y profesionalizó la formación de los canteranos, ofreciendo instalaciones de primer nivel para la época. El club mantenía acuerdos con equipos asociados y filiales, como la A.D. Plus Ultra y el C.D. Pegaso, para facilitar la progresión de los jóvenes futbolistas y asegurar una transición fluida al fútbol profesional.
El Real Madrid apostaba por una formación que iba más allá del campo de juego: educación formal, apoyo psicológico y disciplina estricta. El objetivo era formar futbolistas de élite y personas íntegras, capaces de representar los valores del club en cualquier contexto.
Legado y valores de Joaquín Morante Miranda
La historia de Joaquín Morante Miranda es la de un centrocampista que supo aprovechar cada oportunidad en la cantera del Real Madrid y que se consolidó como profesional en equipos de Tercera y Preferente Castellana. Desde sus primeros pasos en el Juvenil B hasta su consagración en clubes como Leganés, Barajas y Pegaso, Morante demostró que el éxito no solo se mide en títulos, sino en el impacto positivo en sus compañeros y en la estructura de los clubes.
JOAQUÍN MORANTE MIRANDA centrocampista Real Madrid, Morante representa a una generación que valoró el deporte como una herramienta de crecimiento personal y colectivo. Su legado perdura en la memoria de quienes compartieron campo y vestuario con él, y en la historia de una cantera que sigue siendo referencia mundial.


