La promesa del futuro: El Real Madrid Amateur 1960-1961
El contexto de una época dorada
Canteranos del Real Madrid Amateur Temporada 1960-61, la temporada 1960-1961 fue un año crucial para la cantera del Real Madrid. Mientras el primer equipo brillaba con su dinastía en Europa, el Real Madrid Amateur, liderado por el entrenador Ricardo Burillo Requejo, trabajaba silenciosamente para moldear a las futuras estrellas del club. Este equipo, integrado por jóvenes promesas, demostró su valía al conquistar la Copa Ramón Triana y alcanzar los cuartos de final en el Campeonato de Castilla de Aficionados.
El delegado Miguel Malbo Notario, una figura fundamental en el desarrollo del fútbol juvenil y amateur, supervisaba las categorías inferiores junto con Ricardo Burillo, quien también actuaba como coordinador de las bases del club. Juntos, sentaron las bases de un sistema formativo que se convertiría en modelo a seguir en el mundo del fútbol.
Los porteros: La última línea de defensa
La posición de portero fue una fortaleza para el equipo gracias a la presencia de tres talentos prometedores: Eduardo García Fernández, Manuel García-Plata Valle y Valentín Encabo Jabato. Eduardo García Fernández, con sus reflejos rápidos y personalidad segura, se perfiló como un líder natural bajo los palos. Aunque ninguno logró consolidarse en el primer equipo, sus actuaciones fueron esenciales para los triunfos del Amateur.
Manuel García-Plata Valle aportó solidez y técnica, mientras que Valentín Encabo Jabato, más joven, mostró destellos de calidad que auguraban un futuro prometedor.
La defensa: El muro del equipo
La línea defensiva contó con jugadores que combinaban fuerza y disciplina. José Antonio Roth Romero era un central impasable que destacaba por su lectura del juego y capacidad para liderar desde atrás. A su lado, Pedro Ontiveros López aportó velocidad y anticipación, convirtiéndose en una pieza clave en los partidos más exigentes.
José Sancho Denia y Ángel Herrero Morales también jugaron papeles importantes. Sancho, conocido por su inteligencia táctica, y Herrero, por su agresividad en el marcaje, ofrecieron equilibrio en la defensa. Completando la línea estaban Enrique Menéndez Quílez y Gonzalo Martínez Sanchidrián, quienes destacaron por su polivalencia, adaptándose a diferentes posiciones según las necesidades del equipo.
El medio campo: Corazón y cerebro del juego
El mediocampo del Real Madrid Amateur fue el motor del equipo. Pascual Baena Camarero sobresalió por su capacidad para recuperar balones y su visión de juego. A su lado, Pedro Hidalgo Severo y José Luis Lamata Gómez demostraron su talento con pases precisos y creatividad ofensiva.
El nombre más destacado del mediocampo fue, sin duda, Fernando Rodríguez Serena. Su habilidad para controlar el ritmo del juego y su técnica depurada lo llevaron a dar el salto al primer equipo, donde se convertiría en una figura relevante, especialmente recordado por su gol en la final de la Copa de Europa de 1966.
Otros mediocampistas como Luis Durán Moya, José Manuel Valentín Corcuera y Gonzalo Sevillano Cañiza también contribuyeron al éxito del equipo, mostrando un equilibrio entre trabajo defensivo y creatividad ofensiva.
La delantera: El arte de marcar goles
En ataque, el Real Madrid Amateur contó con un elenco diverso de delanteros. Francisco Moreno Gómez (Paquito) destacó por su olfato goleador y su capacidad para definir en momentos críticos. Manuel Fernández Santos, con su potencia física, y Francisco Moya Gómez, con su velocidad, complementaron el frente ofensivo.
Aunque varios delanteros como Domingo López Burillo y Diego Manzanares Mestal no lograron trascender más allá de las categorías inferiores, su contribución fue vital para las victorias del equipo en competiciones locales.
Logros colectivos y legado
Canteranos del Real Madrid Amateur Temporada 1960-61, el título en la Copa Ramón Triana fue un testimonio del esfuerzo colectivo de este equipo. En esta competición, el Real Madrid Amateur demostró una mezcla de talento, disciplina y pasión por el juego, características que reflejaban los valores del club.
El papel de Miguel Malbo Notario como delegado fue crucial. Bajo su supervisión, los jóvenes jugadores recibieron no solo formación técnica, sino también una educación en los valores que representaba el Real Madrid.
El camino al primer equipo
Para algunos, como Fernando Rodríguez Serena, el paso por el equipo amateur fue solo el comienzo de una carrera exitosa en el primer equipo. Para otros, aunque sus nombres no alcanzaron la fama, su experiencia en el Real Madrid Amateur quedó como un capítulo inolvidable de sus vidas y una contribución silenciosa al éxito del club.
El Real Madrid Amateur 1960-1961 simbolizó el compromiso del club con el desarrollo de talento joven. Cada jugador, desde los porteros hasta los delanteros, aportó su granito de arena para consolidar el legado de una institución que no solo buscaba ganar títulos, sino también formar personas y futbolistas excepcionales.

